Os presento una forma muy colorida y acogedora de enseñar a reconocer animales a los más pequeños de la casa.
Poneos cómodos y disfrutar de este recorrido que el astro Sol nos ofrece por el campo, el bosque, el río y las montañas que arropan a un pequeño pueblecito.
“Amanece
un nuevo día cuando mi sonriente y luminoso rostro asoma por entre las
montañas, acariciando con mis cálidos rayos los retazos de blanca nieve que aún
quedan en la sierra. Saludo a las esponjosas nubes que se mecen en el cielo.
Entre
la espesura del bosque veo la sombra de Lobo que aúlla mientras busca su
refugio para descansar después de una noche de caza.
Poco a poco me elevo en el cielo azul y busco mi reflejo en el espejo cristalino del
río que baja de la sierra, serpenteando entre las rocas, cantarín y saltarín,
salpicando de brillantes gotas el césped
y las flores de su orilla.
Mamá
Cierva se despereza de su sueño en un pequeño claro, mientras el pequeño
Cervatillo corretea a su alrededor. Mientras, entre unos matorrales, pequeño
Zorrito se asoma asustado por los sonidos de la mañana, viendo como su mamá
duerme plácidamente.
El viejo
castaño, junto al puente de piedra, me saluda y el viejo Búho ulula entre sus
ramas, observando con sus grandes ojos el despertar de la vida del bosque y del
prado.
Poco a
poco la vida surge de su escondite. Los Conejos salen a inspeccionar el camino
con sus grandes orejas alerta, escuchando posibles peligros, mientras buscan
alguna rica hierba para desayunar.
Del
tronco de una seta aparece un multicolor Gusano sonriente y saluda al feliz Caracol,
que se pasea ya por el rocío de la mañana, y a Mariposa, que alza su vuelo
sobre las flores de la pradera.
Cigüeña se inclina sobre
el lecho del río buscando su desayuno. Pez se apresura a esconderse bajo las
algas y Rana croa feliz escondida entre los ranúnculos.
Río arriba Mamá Pata y su
Patito nadan plácidamente bajo el puente, mientras el blanco Cisne se desliza
elegante por el agua.
Al otro lado del río, en
el verde prado, también hay animalitos ya levantados. Reina Abeja lanza un
zumbido a Abejita para que despierte del cálido lecho de la margarita.
Me elevo un poco más en el
cielo y veo como Mamá Vaca y Vaquita pacen y descansan plácidamente en el
prado, calentándose con mis cálidos rayos, observando a las abejas y mariposas.
Y en la esquina del prado sale de su casa árbol Conejo Blanco y saluda a Ardilla,
que ya está desayunando una bellota, y a sus vecinos Pajaritos de la copa del
árbol.
Más arriba mamá Yegua
observa como Caballito se aleja por el camino al trote. Y en la granja cercana
salen a saludar al nuevo día perrito Canela y gatita Presumida, sin prestar
atención a papá Gallo, mamá Gallina y sus pequeños Pollitos.
En el prado que hay detrás
de la granja pacen tranquilamente mamá Cabra y Cabrito y mamá Oveja y
Corderito.
Subo otro poco más arriba
para iluminar el campanario de la iglesia del pueblo y secar el rocío de los
tejados de las casas y de sus calles y saludo a Burrito que se encamina, bajo
la copa de los álamos, al molino de la ribera.
Y así voy recorriendo cada
camino, pradera, ribera, bosque, senda y monte mientras despierto a los habitantes
de este bello valle enmarcado por los picos y lomas de la sierra.”
Vaya manta guapa!!!
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