Calcetín de Santa Claus.
La costumbre de colgar un calcetín para colocar los regalos del día de Navidad se encuentra muy
extendida en el mundo anglosajón, y poco a poco va llegando a los países
latinos.
El
origen de esta entrañable tradición proviene de una leyenda de la Edad Media. En ella
se relata que un hombre, tras la muerte de su esposa, quedó tan enajenado que
decidió regalar todo su dinero, hasta la última moneda. Tanto él como sus tres
hijas quedaron sumidos en la pobreza. Malvivieron como podían, hasta que a las
jóvenes les llegó el momento de casarse y encontraron tres pretendientes. Sin
embargo, el padre no tenía nada
que ofrecer como dote, tal como era la costumbre en aquel tiempo, y por tanto la boda no podía celebrarse.
Esta
situación llegó a oídos de San Nicolás (Santa Claus), quien comprobó la
aflicción que yacía en el corazón de las muchachas, que estaban sinceramente
enamoradas. Así pues, durante el día de Navidad acudió a su chimenea y arrojó por ella tres monedas de oro.
La suerte quiso que éstas rodaran hasta caer en los tres calcetines que
colgaban al final y que las jóvenes
habían colocado allí tras lavarlos, para que se secaran durante la
noche. A la mañana siguiente despertaron y se encontraron con el inesperado
regalo. Las monedas fueron
suficientes para la dote y por fin pudieron ser desposadas.
Muchas
familias tienen como tradición tejer un calcetín diferente para cada miembro de
la familia, como se hacía décadas atrás.
http://navidad.es/8644/la-leyenda-del-calcetin-de-santa-claus/
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